Todo lo que se debe saber
¿Qué es?
El maquillaje permanente es una especie de tatuaje, pero más ligero, realizado por un especialista que utiliza agujas muy finas que no penetran profundamente en la dermis. La inyección de los pigmentos, que pueden ser minerales o sintéticos, se hace por ende en la superficie de la piel y no alcanza los pequeños vasos sanguíneos.
El maquillaje permanente no es definitivo: Puede resistir hasta siete años pero los pigmentos introducidos se difuminan poco a poco y desaparecen completamente con el tiempo. La duración depende de la exposición al sol, de los colores y pigmentos elegidos, y de la velocidad de la regeneración de las células de la piel.
¿Para qué?
Generalmente, el maquillaje permanente es adoptado con el fin de perder menos tiempo en la mañana, sobre todo para las que se maquillan siempre de la misma manera.
Las tonalidades elegidas deben ser ligeras, si se toma en cuenta la duración del maquillaje.
Pero también constituye una forma de esconder una cicatriz en la cara.
¿Como?
El especialista hace antes todo un trazado preliminar con un lápiz, para darle una vista previa a la clienta y efectuar posibles cambios. Por lo general, el maquillaje permanente se aplica bajo anestesia local, lo que evita cualquier dolor.
¿Donde?
En los ojos : Coloreando el parpado al igual que con una sombra clásica, y/o aplicando un contorno con eye-liner.
En las cejas : Dándoles un tono homogéneo y muchas veces más oscuro que el color natural, lo que permite enfatizar la mirada.
En los labios : Preservando un tono natural. La intervención permite antes todo remodelar los labios, fortificarlos, atenuar las pequeñas arrugas y corregir la asimetría de estas.